Mire el mar. Él no es solo una acumulación infinita de olas, le concierne también contener la historia y la imaginación del hombre. Fue al cruzarlo que el paisaje de los mapas cambió.
Y siglos más tarde, aquí estamos. Algunos permanecieron del otro lado del Atlántico; otros se extendieron por tierras más cercanas. Pero las lenguas y los tiempos crean distancias. Hablar portugués y español ha cambiado los rumbos. Y así nos convertimos en islas en esa especie de océano sin principio ni fin, divididos por fronteras políticas que se confirmaron también como fronteras simbólicas. Rebasar, romper, saltar el cerco de los límites es una de las más relevantes acciones de la cultura. El artista lo sabe. Y también por eso, es que iniciamos la tercera edición del Mirada (Festival Iberoamericano de Artes Escénicas).
Llegar a la tercera edición está revestido de una importancia crucial dentro del panorama cultural. Dos ediciones todavía son una búsqueda pero la tercera se reafirma. Ella configura el valor de la insistencia y de la permanencia. Entre el 4 y el 13 de septiembre, Santos será la sede y la casa de más de una decena de países. Las dependencias del Sesc Santos, teatro, calles, plazas, playas, todo será un poco más nuestro y también de nuestros invitados. Nuestra mirada y la mirada del extranjero, convergen hacia una sola dirección: el presente. Cómo el hombre se relaciona con su propia historia, cómo el poder recrea las estructuras en lo contemporáneo y cuáles son las condiciones y las consecuencias de vivir en nuestros tiempos, son temas que serán profundamente explorados por los espectáculos que estarán presentes en el Festival. Pero también ha de haber mucha poesía, mucha fantasía y mucha aventura. Los espectáculos reunidos en diez días son para adultos y para niños, ofreciendo un caleidoscopio cultural muy amplio, revelando que desde los puntos de vista más particulares, en ese existir distante, los mares no lograron apartarnos tanto como se creía.
En esta edición, Chile es el país homenajeado, presentando junto con Brasil la mayor cantidad de espectáculos. Las variedades técnicas y los recursos escénicos del teatro chileno se dedican principalmente a las investigaciones de su historia y actualidad. Existe una aproximación interesante en la forma cómo Brasil encuentra en el discurso político de los invitados nacionales, la construcción de su inquietud política e ideológica. Por tanto, acercar a Brasil y a Chile es sin lugar a dudas, uno de los grandes aciertos en estos momentos.
Al unísono con los espectáculos, integrando el festival, el Encuentro Iberoamericano de Colectivos Fotográficos (E.CO), ocupará la ciudad como un objetivo fotográfico para producir centenares de miradas. Es un grandioso evento que incluye encuentros, debates y conferencias, ofreciendo la posibilidad de ampliar mucho más la mirada que se extiende sobre la realidad. Completan el Mirada los talleres y las actividades paralelas especialmente pensadas para contribuir y añadir experiencias al universo del festival.
Entonces, vuelva al mar. Respírelo. Invádalo. Recorra las sensaciones y las memorias. Descubra cuánto de ese mar existe en su presente. El teatro se convierte en un infinito tal cual lo son las olas del mar. Y es muy probable, cuando nos mojemos con sus aguas, que la vida se transforme en algo más profundo y poético. No es necesario saber nadar, sólo déjese llevar.
Sesc