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Brasil

Sinopse

La parábola familiar aproxima nuevamente la compañía del universo de la caña de azúcar como un medio de comprender las estructuras que fundan nuestro Brasil. Ahora, la religiosidad y la estructuración de la tradición por medio de lo sagrado nos conducen a la serie de cinco movimientos que se sustentan en los libros bíblicos: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, cada cual estructurando simbólicamente un siglo desde 1500 hasta el año 2000. El centro de la religiosidad popular amplía la condición de las tierras cuyos dueños serían los propios santos católicos, territorios reales que se reparten por nuestros espacios rurales, contraponiéndose a las urgencias del crecimiento económico. Cómo lidiar con ese conflicto y cuáles son nuestras tierras de santos particulares, nuestros espacios sagrados, son cuestiones que circundan el nuevo trabajo de Os Fofos Encenam, esta vez construido a partir de un proceso dramatúrgico colaborativo.

Ficha Técnica
Actores-Creadores: Carlos Ataíde, Carol Badra, Cris Rocha, Erica Montanheiro, José Roberto Jardim, Kátia Daher, Marcelo Andrade, Paulo de Pontes, Simone Evaristo, Viviane Madu e Zé Valdir
Actriz Stand-in: Rafaela Penteado
Actores que Colaboraron en el Proceso de Creación: Eduardo Reyes e Luciana Lyra
Coordinación del Proyecto: Newton Moreno
Dirección: Newton Moreno e Fernando Neves
Asistente de Dirección: José Roberto Jardim e Rafaela Penteado
Dirección de Producción: Emerson Mostacco
Asistente de Producción: Eduardo Petrini (São Paulo) e Karla Matins (Recife)
Dramaturgia: Newton Moreno, em processo colaborativo com Os Fofos Encenam, Mariana Souto Mayor (pasante)
Asistentes de Dramaturgia: Alice Nogueira e Luciana Lyra
Vestuario y Maquillaje: Carol Badra e Leopoldo Pacheco
Asistente de Vestuario: Bárbara Ferreira
Costurera: Zezé
Iluminación: Eduardo Reyes
Asistente de Iluminación: José Roberto Jardim
Operación de Luz: Giuliano Caratori
Preparación y Dirección Musical: Fernando Esteves
Taller de Voz y Cuerpo: Renata Rosa
Taller de Canto Judío: Beny Zekhry
Taller, Preparación Vocal y Música Original Odoyá: Juçara Marçal
Taller y Música Original Mistério É Fortaleza: Alessandra Leão
Consultoría de candomblé: Marcello Boffat
Escenario: Marcelo Andrade, Newton Moreno e Zé Valdir
Técnica de Escenografía y Atrezo: Zé Valdir e Zé da Hora
Equipo de Montaje: Carla Alcantara Tibério, Débora Santos, Luciano Alves de Santana, Menes Machado, Raphael Pontes, Ronaldo V. S. de Souza e Tiago Moro Pires
Maquillaje: Leopoldo Pacheco
Preparación Corporal: Viviane Madu
Preparación de Técnica Dai-Ho: Toshiyuki Tanaka
Documental: Evaldo Mocarzel
Fotografía de Documental: Renato Ogata
Registro Audiovisual: José Roberto Jardim
Diseño Gráfico: Eduardo Reyes
Fotografía: João Caldas
Asesoría de Prensa: ArtePlural/Fernanda Teixeira
Consultoría: Alessandra Leão e Fátima Quintas
Conferenciantes Durante el Proceso de Creación en Recife: Aline Gomes Cavalcanti, Fátima Quintas, George Cabral, Jacques Ribemboim, Renato Athias e Suely Almeida
Conferenciantes Durante el Proceso de Creación en São Paulo: John Cowart Dawsey, Pedro Abel Vieira, Rodrigo Bonciani e Rodrigo Ricupero
Producción: Cooperativa Paulista de Teatro, Mostacco Produções e Os Fofos Encenam
Auspicio: Petrobras, Ministério da Cultura, Governo Federal

site oficial da cia

Resenha

Lo sagrado se transformó en lo contemporáneo en un estado de relación y con aspectos estructurales de las sociedades urbanas. Dejó de representar la fe para suplantar la presencia y las funciones del Estado. De cierto modo, aunque fuere desde mucho antes, la diferencia está en la premisa de que parte del individuo el posicionamiento de lo sagrado como instrumento de pertenencia, y no por la imposición de los poderes religiosos. Sin embargo, aunque sea fácilmente perceptible, la inversión entre religiosidad y religión en los grandes centros ofusca la percepción de haber una resistencia popular en la manera cómo la fe todavía está cercana a la tierra y al hombre del campo. Anteriormente a su sentido político, inevitable en días tan conturbados de crecimiento económico que se nos impone, la presencia de espacios sagrados, territorios, tierras y campos, confirma la lucha del hombre por la manutención de sus tradiciones. Las tierras de santo se llaman así porque los santos son sus dueños.

Y el espectáculo homónimo investiga poéticamente cómo tal relación con la tierra se aproxima al universo circundante a la caña de azúcar, ampliando las profundizaciones ya realizadas en otros trabajos anteriores a partir del lente de Gilberto Freyre. El sacrificio en la lucha por la manutención de esas tierras, revela una historia de fortalecimiento de la mujer en un ambiente donde siempre fue pequeña y humillada. Tal vez porque sea la mujer la fuerza motriz de la sociedad familiar rural, mientras que el hombre es la fuerza de la permanencia y de la producción. De cualquier forma, el espacio sagrado exige que el individuo use su posición histórica a partir de valores divergentes de los ya recurrentes. Es necesario luchar por el mantenimiento de la fe y representarla como real y viva en la permanencia del propio suelo. Al teatralizar la lucha, el grupo conduce el espectador a la convivencia con posibilidades muy cercanas a su realidad humana, pero curiosamente distantes de su percepción cotidiana, revelando cuánta distancia le separa de la tierra por la cual están caminando. Lo sagrado convive con nuestra existencia y es inherente a la manifestación de la fe aunque esté limitado al sacrificio fraternal. A fin de cuentas, sacrificarse, aunque sea por sí mismo, es antes de más nada, asumir la necesidad de lo divino como esperanza del futuro. Haciéndose tierra, lo sagrado refleja con mucha más fuerza la creencia de otro mañana, curiosamente más co

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Terra de Santo (Foto:  Joao Caldas)