País

Argentina

Sinopse

Un profesor experto en lenguas muertas se involucra en una serie de sucesos de los cuales no se acuerda, al acceder a un spam de una chica malaya que pide dinero para ayudar a un amigo que está en dificultades en el extranjero. Después que pasa sus datos bancarios, empieza a vivir una ridícula aventura que incluye gánsteres, falsificadores, naufragio… La realidad se pone en juego y él necesitará recuperar la memoria para solucionar su vida. Mezclando los universos real y virtual, el espectáculo construye una narrativa no lineal y realmente confusa, como medio de provocar en el espectador una sensación igual a la vivida por el personaje. Escrito, dirigido e interpretado por el argentino Rafael Spregelburd, Spam cuenta también con la presencia del músico Zypce, compositor de la banda original e inventor de los instrumentos originales ejecutados en la escena. El espectáculo el artista lo considera como siendo una ópera hablada.

Ficha Técnica

Dramaturgia y Dirección: Rafael Spregelburd
Reparto: Rafael Spregelburd e Zypce
En vídeo: Elisa Carricajo, Laura Amalfi, Manolo Muolo, Patricia Frencio e Pino Frencio
Diseño Sonoro: Zypce
Escenografía y Diseño de Luz:Santiago Badillo
Asistente de Sonido: Pablo Cerone
Asistente de Vídeo: Paula Coton
Asistente General: Gabriel Guz e Manuela Cherubini

Resenha

Él está allí. No lo autorizaron, está como invasor, cohabitando en las bandejas de entrada de mensajes. Es inherente la convivencia con el spam. ¿Pero y si accediésemos a él? Parte del argumento del espectáculo homónimo, escrito, dirigido e interpretado por el argentino Rafael Spregelburd, proviene de esa pregunta. De la misma forma en que el spam está en nuestro correo, la narrativa sirve como una seducción, revelando que el espectáculo es más que una historia. Mesclando cultura, conocimiento y sucesos, amplía la narrativa con una elaborada arquitectura capaz de provocar en el espectador las mismas condiciones de duda y excitación que el personaje sufre. Si dentro del escenario se explora la impotencia de la historicidad, en el público no se puede consolidar la centralidad de la acción. Provocando diversos recorridos, se traiciona la conciencia y lo convencional, y solo nos resta el actor como soporte del diálogo.
Al mesclar la puesta en escena de personajes y la presencia, Rafael y el músico Zypce se convierten en los mayores puntales del espectáculo, ampliando la importancia del contexto de la palabra en escena. Con el micrófono en las manos, el artista es antes de todo él mismo, sobre el cual viste y desnuda personas de acuerdo con las necesidades. La ópera hablada, como se denomina, nos hace volver al principio de las puestas en escena. Sin embargo, no se trata de construir condiciones estéticas para la exposición del artista como un signo, sino sustentar el lenguaje como potencia poética de experiencia por la exposición del artista como ficción. Al subvertir el mecanismo, Spam refleja la imposibilidad de poder relacionarnos con lo teatral en su manifestación plena, real, de la misma forma en que la realidad le es inaccesible al personaje, ya sea en el contexto físico (amnesia), o en el contexto vivencial (virtualización de la identidad y el existir anacrónico). Al final, Spam utiliza el lenguaje como interferencia sobre la sensación real del espectador, actuando sobre su recepción sin ninguna autorización, mientras traduce el teatro como potencia singular de invasión de nuestra seguridad y de nuestras habitaciones interiores, divirtiéndose con el propio hacer teatral.

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Spam (Foto: Paula Peralta)