País

Cuba

Sinopse

El espectáculo parte del poema de José Lezama Lima y se acerca a las cuestiones más complejas de la realidad cubana. Expuesta y desnuda, la actriz busca radicalizar la acción por la tensión permanente, capaz de colocar la manifestación física en colapso y de evidenciar su aniquilación simbólica. Friccionando la dualidad entre lo utópico y lo ideal, y está ambientado en un escenario idealizado de un programa de radio vacío de toda conciencia. Es denso, provocativo, y la propuesta de la artista es una puesta en escena con el otro sin que éste se limite a ser un mero espectador; crear en el espectador un proceso de recuperación de la conciencia sin ninguna dimensión de complacencia. Uniendo la poética y la exposición, Rapsodia para el Mulo, condensa la fuerza de una escena transgresora con el valor de su intimidad.

Ficha Técnica

Dirección General: Nelda Castillo
Actriz: Mariela Brito
Asistente Técnica: Arnaldo Galbán
Asistente Artística: Jaime Gomez Triana
Producción: El Ciervo Encantado

Resenha

El cuerpo como objeto de construcción del discurso está presente en las artes desde muchas décadas atrás. De a poco, la acción ha tomado formas específicas; cada lenguaje ha elegido sus principios constituyendo un vocabulario de la autointervención y de la sugestión estética. En las artes visuales, la dimensión de la materialidad ha conducido el discurso simbólico al estatus del soporte tridimensional; en las performáticas, los riesgos y los límites aparecieron como potencia de sustentación poética. Y es a través del sendero de la performance que el espectáculo asume su investigación. Al llamarlo de teatro o de espectáculo vemos cómo expone un sesgo singular, cuando la observación se configura como el objetivo más profundo respecto del otro. A diferencia de las artes visuales es ella la amplitud de los recursos simbólicos, la centralidad. Entonces, vemos el artista como un cuerpo-estructura.

En Rapsodia para una Mula, El Ciervo Encantado parte del poema de Jose Lezama Lima para acercar la subjetividad del cuerpo-narrativo a la realidad cubana. Y va más allá. El espectador deja de ser meramente el otro y pasa a ocupar la función de observar, de presenciar la anulación simbólica de la actriz, mientras ella provoca un proceso de recuperación de la conciencia pero sin ninguna complacencia a su sacrificio. Entonces, en la suma entre lo poético y lo violento, lo sublime y lo destructivo, se dan las paradojas de un cuerpo-representativo por el cual las mismas líneas antagónicas construyen y destruyen la sociedad y la cultura cubana. Así, el país es verdaderamente el cuerpo en discusión, ya traducido y construido sobre un solo ser. Lo que puede parecer poco en la grandiosidad de una sociedad, sus escapismos y sus idiosincrasias, obteniendo un centro y una dimensión más contundentes al ser traído hacia el cuerpo, dada su limitación reconocible. Es como si pudiésemos enfrentar el todo por primera vez. Y al descubrir la completud, vemos que existen las sutilezas y las profundidades más sorprendentes, aunque las dos, en sentidos opuestos, sean siempre potencias que revelen los límites, los fracasos, las posibilidades y los sueños.

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Rapsódia para uma Mula (Foto: Irolan)