País

Chile

Sinopse

La tradición del teatro de la calle y de la construcción itinerante se amplía en la creación de ese espectáculo grandioso. Un hombre, después de sufrir un accidente, pasa a viajar por el tiempo reviviendo su relación con el mundo a través de nuevas experiencias. La jornada, a veces trágica, a veces cómica, lo lleva a descubrir el amor, mientras enfrenta la opresión a su alrededor. Es preciso sobrevivir a las tempestades, desiertos, mares, pero también a la solitaria travesía en busca de su propio origen. Tantos sucesos exige un gran nivel de invención para recrear cada instante, haciendo con que la Compañía Gran Reyneta use desde pequeños y sencillos objetos hasta estructuras monumentales de alta complejidad. Asistir a los actores manipulando cada efecto y creando las atmosferas necesarias hace más lúdico todavía el espectáculo, ofreciendo un tono divertido y mágico. El teatro se revela como una enorme posibilidad de crear mundos y sensaciones.

Ficha Técnica

Idea Original: Luis Catalán e Pablo Sepúlveda
Puesta em Escena: Mario Soto
Reparto: Claudio Vega, Francisca Gazitúa, Gonzalo Mella, Luis Catalán, Noela Salas, Rodrigo Ortega e Pablo Sepúlveda
Sonorización: Jorge Castro
Efectos Especiales: Gran Reyneta
Vestuario: Carola Sandoval e Gran Reyneta
Escenografía: Diego Ahumada, Francisco Olguin, Gran Reyneta e Harold Guidolin
Producción: Gran Reyneta

Resenha

¿Cuánto cambiaría usted se pudiese viajar en el tiempo? ¿Qué descubriría? Si somos la acumulación de nuestras experiencias y respuestas a los acontecimientos, caminar por diversos momentos tal vez traiga más riesgos y menos reformulaciones. A fin de cuentas, aquel que viaja es antes de todo, alguien y así lo eligió. Al experimentar otros acontecimientos, se reformula la confirmación de un Yo distinto, irreconocible, improbable, a veces no deseado. Viajar en el tiempo, por tanto, puede ser tan asustador como mágico. Y solo se puede saberlo en el instante del trayecto. Bueno o malo, la certeza es que todas las experiencias son novedades para ese otro yo. El mundo, entonces seguro y conocido, se revelará diferente; los sentimientos resurgirán como la primera vez. Amar, morir, existir, temer, huir, lo mismo da. El nuevo yo se coloca en el estado puro de su soledad, y es esa condición que le determina la sustentación de una presencia poética en el trayecto. Al dejar de ser comprendido por sí mismo, se desconoce igualmente lo más trivial del otro también. La vida, por fin, se convierte en la inmensa aventura del descubrimiento en tiempo real. Habiendo conciencia, el destino puede ser la fatalidad de las elecciones semejantes. El hombre se protege de lo nuevo y de sí mismo en la lucha por mantener aquello que inconscientemente configura su esencia. Siendo otro o no, es de él el actuar y la lectura. Está condicionado a ser él mismo. Vivir tiempos distintos, pasear por las épocas, coexistir en cuerpo y conciencia, son atribuciones posibles a la física cuántica.
Entonces, imagine si algo lo llevase a soltarse de su actual realidad. Una explosión, por ejemplo, como en la historia de El Hombre Venido de Ninguna Parte, de la chilena Compañía Gran Reyneta. ¿Cómo lidiar con su soledad? Por el teatro artesanal y la aproximación con el público que se propone, la presencia del espectador se confirma como cómplice de una jornada repleta de experiencias poéticas, en que las soluciones estéticas son siempre interesantes. Y al final, existe la sensación de que también habremos recorrido los tiempos de la imaginación.

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O Homem Vindo de Lugar Nenhum (Foto: Pablo Sepulveda)