Sinopse
El espectáculo conmemora los 15 años de la compañía y también intenta comprender las formas y las relaciones forjadas por las fuerzas propulsoras en el mundo contemporáneo, según Georgette Fadel. Reuniendo grandes artistas, el espectáculo confirma la importancia de la compañía en el escenario nacional, ofreciéndole al público una reflexión urgente y fundamental. Fausto cuenta la historia del hombre que vendió su alma al demonio para obtener más conocimiento; metáfora precisa sobre el distanciamiento del individuo de la alteridad, de la naturaleza y del otro, que tanto determina al presente. Está en la exposición de las contradicciones, por tanto, la percepción mayor del trabajo, donde lo humano es entre tantas cosas, la mayor de ellas. Haciendo uso de la palabra, del coro, de la musicalidad, el espectáculo establece una dinámica para que todo el reparto pase por los principales personajes, llevando a los actores a veces a convertirse en cuerpos, y a veces en voces. Fausto es uno de los textos más emblemáticos de la cultura occidental. Y cada día le pertenece más a nuestra realidad.
Ficha Técnica
Texto: Johann Wolfgang von Goethe
Adaptación: Alexandre Krug, Claudia Schapira e Georgette Faddel
Dirección: Claudia Schapira e Georgette Faddel
Reparto: Alexandre Krug, Edgar Castro, Marcelo Reis, Patrícia Gifford, Paula Klein e Pedro Felício
Músicos: Filipe Massumi, Lincoln Antônio e Luiz Gayotto
Asistente de Dirección: Rafael Guerche e Vicente Ramos
Dirección Musical: Luiz Gayotto
Composiciones: Lincoln Antônio e Luiz Gayotto
Escenografía: Rogério Tarifa
Vestuario: Claudia Schapira e Rogério Tarifa
Preparación Corporal: Renata Melo
Diseño de Luz: Aline Santini
Vídeo: Bianca Turner
Entrenamiento Vocal: Luis Paetow
Dirección de Producción: Carla Estefan
Asistente de Producción: Isabel Soares
Fotos y Vídeo: Bruna Lessa e Cacá Bernardes
Diseño Gráfico: Sato/Casadalapa
Asesoría de Prensa: Frederico Paula
Apoyo: 22° edição da Lei Municipal de Fomento ao Teatro para a Cidade de São Paulo e do Prêmio Funarte Myriam Muniz de Teatro 2013 | 22° edición de la Ley Municipal de Fomento al Teatro para la ciudad de São Paulo y Premio Funarte Myriam Muniz de Teatro 2013
*O projeto de pesquisa e criação deste espetáculo foi contemplado pela 22° Edição da Lei Municipal de Fomento ao Teatro para a cidade de São Paulo e pelo Prêmio Myriam Muniz 2013 – Funarte.
Resenha
Cuando Fausto vende su alma a Mefistófeles, algo sucede con todos nosotros. La historia recorre la Edad Media, con versiones y con dos borradores fundamentales en el siglo XVI por el inglés Christopher Marlowe, y en el inicio del XIX, la versión definitiva del poema trágico de Johann Wolfgang von Goethe. En el medio del mismo siglo, Charles Gounod volvió a la historia del médico en busca de progreso y conocimiento, presentando en París su versión para ópera. Recientemente, muchos han trabajado directa e indirectamente con Fausto, y vale recordar la película del ruso Aleksandr Sokurov. Siglos, por tanto, es una narrativa pasada de boca en boca, de libro en libro, de versión en versión, desde el siglo XV. Es mucho tiempo para sobrevivir a los cambios culturales y sociales. Y nada demuestra que no sobrevive también en los actuales.
Ahora, la Compañía São Jorge de Variedades investiga el clásico mirando principalmente a partir de la óptica de cómo las relaciones contemporáneas están forjadas por las fuerzas de poder. Atrevida conmemoración de los 15 años de la trayectoria de la compañía. Si Fausto todavía refleja nuestra condición servil al poder es porque esta tal vez sea la sustentación del modo por el cual la condición social se instauró en el Occidente desde siempre. En el momento de la formación de lo que entendemos por sociedad, poderes diversos determinaron en el hombre su límite. Ese existir condicionado y sometido al otro permanece vigente, por medio de las estructuras religiosas de antes, o por las capitalistas de ahora. Fausto deja de metaforizar la búsqueda por la modernidad y asume la cara del fracaso del querer. No importa más el querer, ya que él es un subproducto de lo permitido por los sistemas dominantes. Así como las reacciones tampoco son posibles de controlar, le queda al hombre conformarse con el deseo irreal, solamente. No importa lo que significa para el otro. No importa de verdad el querer. Mefistófeles se transmuta como genio con ofertas de realización hacia la inutilidad de una fuerza incapaz de sobrevivir por sí misma. Entonces él es otro. Deja de ser una entidad y se coloca como un medio. Tal vez el verdadero demonio ahora resida en el loco intento de sobrevivir combatiéndonos a nosotros mismos.