País

Colombia

Sinopse

En un sueño, nada es exactamente extraño o está fuera de lugar. Todo es posible, ya que el sentido está en la percepción de estar soñando. Entonces, se nos permite lo que se nos apetezca. Así como en el amor, nada está exactamente en otro lugar que no sea el propio amar. Todo pasa por el sentir y está en la relación con lo amado y con el sentido más elevado. Entonces, uno se entrega a lo que venga. Cuando el sueño es la historia de amor entre un hombre y una mujer, las dos instancias nos llevan al universo más onírico de las sensaciones. Es lo que propone el Teatro Odeon, en esa jornada por 13 estaciones, locales, instalaciones, espacios escenográficos, eventos, sueños. El público inicia el trayecto en un bar y será llevado a muchos otros espacios y sucesos, desde el origen del amor y del pecado al dolor del abandono, desde varios ángulos. Pero en ese camino no estará solo. Siempre habrá al lado un pájaro acompañándolo en todo el sueño. Le cabe al espectador darse al lujo de permitirse también soñar.

Ficha Técnica

Concepto, Coautoría, Dirección General y Dirección de Arte: Laura Villegas
Dramaturgia: Fabio Rubiano
Reparto: Ana Sol Escobar, Daniel Calderón, Gala Restrepo, Gilberto Ramirez, Henry Ortiz, Ivan Forero, Jairo Camargo, Jorge Herrera, Jimmy Rangel, Judith Segura, Jhonatan Agudelo, Laura Villegas, Marcela Agudelo, Marco Gómez, Maria Soledad, Miguel Gonzalez, Monkey, Natalia Reyes, Nicolás Cancino e Ricardo Mejía
Asistente General: Daniela Vélez
Asistente de Arte: Juliana Barreto
Música Original y Diseño Sonoro: Camilo Sanabria
Diseño de Luz: Alexander Gumbel
Diseño de Vídeo: Santiago Caicedo
Ingeniería de Sonido: Orlando Pérez
Asistente de Música e Ingeniería de Sonido: Juan Ricardo Forero
Asistente de Iluminación: John Alexander e León Osorio
Asistente de Vídeo: Felipe Sanín
Asistente de Dirección General: Nimsuc Vargas
Asistente de Arte: Camilo Castañeda, Melanie May e Santiago Orjuela
Producción de Vestuario: Servando Díaz
Máscaras y Accesorios: William Del Jesús Mejia
Coreografía: Tap Monkey
Realización Escenográfica: H&G Produzioni
Producción: El Roble Producciones
Producción Ejecutiva: Espacio Odeón
Asesoría de Prensa: Noise Press

Resenha

Lo contemporáneo dialoga con la realidad también en la posibilidad de cómo se construye la fuga; y el sueño y el amor son algunas de las fugas más próximas. Existe en el sueño un tanto de búsqueda por lo onírico, por lo ideal; una realidad compleja y pertinente al deseo por otra realidad. Soñar traduce la capacidad del hombre de creer, y mucho del cotidiano depende de cuánto somos capaces de elaborar una creencia para sustentar valores. Así que soñamos. Encontramos en la perspectiva de una realidad onírica la dimensión de otras estrategias de vivir y del reconocimiento del existir. Amar, a su vez, ambiciona el mismo sentimiento. Se ama el reconocimiento del deseo por el otro, en la medida en que el otro refleja la humanidad de quien lo observa. Tal encuentro no deja de ser igualmente un estado de creencia. Es preciso creer que el otro es aquello que se idealiza. Es preciso aceptar el descubrimiento de las ilusiones internas en la construcción de las creencias.

El sueño y el amor por lo tanto, no están tan distantes; convergen en la completud de la creencia cuando le es posible al hombre imaginar, desear y revelar otros caminos del existir. El teatro es exactamente la expresión estética de la subversión de la realidad. Es preciso ofrecerle al espectador los instrumentos para que pueda creer en la realidad sugerida. Es fundamental ofrecerle al público caminos de validación de su imaginación. Entonces se sueña otra realidad a través de la escena; se ama el ejercicio de huida de lo real al reconocer el escenario como un espejo de una creencia común que se asume como tal. Eso es lo que el colombiano Teatro Odeon nos invita a hacer: imaginar, creer, soñar y amar a través de la historia de una pareja y sus encuentros y desencuentros. Se trata de invadir el sueño de esa pareja. Se trata de que nos demos cuenta de la parte sustancial de los personajes. En una época tan determinada por una concretización en dónde lo real es siempre la sospecha de su verdad, el sueño puede presentarse como un gesto mayor en el ejercicio de la recreación del hombre. Y el teatro es antes de todo, la amplitud del deseo de la exposición y del reencuentro de lo humano a través de las contradicciones propias de lo que se entiende por realidad.

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13 Sonhos (ou somente um atravessado por um pássaro) (Foto: Jorge Pizarro)